11.7.14

ENTRETEJER LA IZQUIERDA SOCIAL

El País publicaba ayer la entrevista de J. A. Pérez Tapias, candidato a las Primarias del PSOE. Una entrevista en la que se hacía referencia al debate que se celebró el pasado lunes en la sede del PSOE en Ferraz. Recomiendo su visión. Es gratificante y clarificadora.

Sí. Es gratificante e ilusionador ver como tres compañeros dan un paso hacia delante para asumir la Secretaría General del PSOE, en un momento verdaderamente difícil. Les doy a los tres mi agradecimiento y reconocimiento por la pasión, valentía y convicción que nos han demostrado.

Como decía, visionando el debate hubo un momento en el que Pérez Tapias mencionó una frase del último discurso de Salvador Allende.

Más allá de las diferencias y distancias históricas, me hizo ver que, el mundo continúa moviéndose en unas coordenadas, ahora, virtualmente tejidas, que no generan seguridad, ni igualdad ni justicia social. Al contrario.

Si hablamos de España, nuestros cimientos sociales e institucionales, en los que estamos asentados, son de estructura de cemento. Un cemento que, pasados más de 30 años, “dicen” que padece aluminosis. Si esto es así,  aquellos que creemos en el edificio de la democracia, tenemos la obligación de reforzar la estructura y substituir y curar aquellas vigas que padecen “la enfermedad”. Porque sólo reforzando y mejorando los cimientos de nuestras instituciones democráticas, podemos proyectar el futuro de España. 

Decía Salvador Allende en su discurso final:

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.”

Este discurso creo que, salvando las distancias, es plenamente vigente. Y me confirma que la lucha, aunque parezca que tenga otra cara, es la misma. No quiero exagerar, pero no creo que yerre demasiado si digo que la historia ha pasado, las cosas han cambiado, que nosotros hemos cambiado, pero “la felonía, la cobardía y la traición”, que mencionaba Allende, continua vigente.

Y continua vigente con diferentes caras, con diferentes nombres. Sin armas en la mano, sí. Pero con un mismo objetivo: alterar la democracia, como la alteraron aquel 11 de septiembre de 1973 en Chile. La derecha rabiosa y sedienta de poder y que ahora se dice llamar “neoliberal” vuelve a las andadas.

Y vuelven con ayuda de “Los hombre de negro” de los que hablaba Olof Palme. Unos hombres de negro en forma de poderes fácticos, hombres de negro vestidos de mercados financieros, que condicionan nuestro futuro de forma irremediable, según quieren que pensemos.
Debemos resistirnos a ello. Debemos resistirnos a la intransigencia, al autoritarismo disfrazado de mayoría absoluta del PP, que encubren los hombres de negro, y que nos está coartando las libertades “a golpe” de reales decretos. Que imponen sus designios por medio de leyes retrógradas que coartan la libertad de los ciudadanos para escoger su futuro.

Los socialdemócratas estamos en una encrucijada en la que se nos exige pensar con la mirada puesta en un futuro. Pensar en un futuro, mediato e inmediato, y con la urgente necesidad de ser la solución para este futuro.
Y para eso, ya no vale actuar a medias tintas, ni titubear. Nos podemos equivocar, de acuerdo, pero no podemos decir y luego no hacer. O hacer lo contrario de aquellos que hemos dicho a lo largo de nuestra historia.

El próximo domingo 13 de julio los militantes socialistas tenemos dos citas en nuestras agrupaciones. Dos citas claves ya que de ellas dependerá cómo enfoquemos el futuro de la socialdemocracia, el futuro de todos. Un futuro dirigido a "parar" definitivamente esta apisonadora que es la derecha.
Y para ello es importante que pensemos que nuestro voto será el que consolide de nuevo un proyecto conjunto y sólido. Un proyecto que nos permita garantizar una convivencia en paz, igualdad de oportunidades y justicia social.

El domingo es nuestra oportunidad para entretejer la izquierda social. El domingo es la oportunidad de todos.

L’Hospitalet, once de julio de dos mil catorce