29.5.14

EUROPA ACABARÁ SIENDO UN FRAUDE?


El domingo pasado se celebraron las Elecciones al Parlamento Europeo. Unas elecciones que puso de manifiesto, como dice Josep Borrell, "la crisis existencial del proyecto europeo". Y la foto es clara y diáfana: fragmentación política y baja participación de los europeos.

Y la derecha ha vuelto a ganar. Con una brutal caída de votos en España (2,5 millones). Pero ganó.

Hemos oído a lo largo de la campaña, y, algunos nos lo hemos querido creer, que aquel partido que ganara escogería el Presidente de la Comisión. Así lo dice el Tratado de Lisboa y así se nos reiteró a lo largo de la campaña. Y nos lo creímos.

Por la derecha se propuso a Jean-Claude Junker. Por cierto, candidato a la Comisión propuesto por la derecha europea y que no pasó por las urnas. Una “disfunción” democrática, por decirlo de alguna manera.
Ya es "duro" tener como Presidente de la Comisión Europea a un señor que ha sido Presidente de un paraíso fiscal. Claro que también podríamos preguntarnos si cabe esperar algo de alguien con estos antecedentes para que luche contra esta distorsión democrática, que dibuje una política monetaria, fiscal y económica mundial acorde a las necesidades de los europeos “de a pie”.

Ciertamente, no es mi candidato. Pero el Tratado de Lisboa establece que la opción más votada será quien escoja el Presidente y así lo debemos respetar.

Ayer nos llegaban noticias de Europa. Parece ser que Angela Merkel, todo y haber propuesto al Sr. Juncker como candidato de la derecha a Presidente, se despertó el lunes con el propósito de alterar el Tratado de Lisboa. De alterar lo que ella misma pronunció a lo largo de sus mítines. De alterar, en definitiva, el pacto al que se había llegado.

Precisamente, la vocación del acuerdo al que se llegó en Lisboa pretendía una mayor cercanía de los europeos a sus instituciones, vista la no ratificación de la Constitución Europea por algunos estados. Una forma de democracia más representativa con la que todos nos sintiéramos más identificados.

Sra. Merkel: respete las reglas. Nombrar “a dedo” el Presidente de la Comisión sería una deslegitimación del mismo Tratado de Lisboa y un verdadero fraude a los europeos. Y al proyecto europeo sólo le falta esto.

Si queremos garantizar la democracia en las instituciones -porque esa ha sido la voluntad de los ciudadanos europeos-, si queremos respetar lo que los mismos candidatos dijeron a lo largo de los mítines en la campaña electoral, se ha de demostrar. No sólo por los partidos políticos, sobre todo por los Estados.

¡Digamos basta!. Basta ya a la imposición de la Troika, de Merkel y de todos aquellos que de nuevo alteran las reglas de juego y que alejan a los ciudadanos cada vez más a Europa.

Hemos de impedir, entre TODOS, que Europa acabe siendo un fraude. Y exigir una democracia real. Algunos mandatarios no se creen Europa. Eso ya lo sabemos. Nosotros sí.

L’Hospitalet, veintiocho de mayo de dos mil trece 

23.5.14

EUROPA IMPORTA!!

Estamos en el último dia de campaña electoral al Parlamento Europeo 2014 y hemos podido oír, a través de los medios de comunicación, todo tipo de comentarios cuya entonación iba muy acorde con la ideología del que lo emitía.

Pero es cierto que en todos subyace una conclusión: la participación puede ser inferior, incluso a las anteriores eleccions. Sería un desastre.

Reconozco que siendo militante la motivación en éstas, como en todas las elecciones, es inherente a mis sentimientos, a mi forma de pensar y de actuar. Reconozco que vivo profundamente las contiendas electorales, igual que vivo la política: con pasión. A mi entender, acudir a la urnas en una contienda electoral es la forma más válida y democrática –hasta ahora conocida- para hacer valer nuestra elección de qué tipo de política queremos que rija nuestras vidas. Eso es la democracia, y precisamente ella, nos permite fraguar acuerdos, tejer relaciones y consensos, aceptar, en definitiva las voluntades mayoritarias.

Pero tambíén entiendo el hartazgo de la gente de los partidos, de los políticos… de todo. Lo entiendo porque son momentos muy difíciles, y es fácil caer en la resignación y simplemente aceptar que las cosas han cambiado para mal. Pero lo que en ningún caso puedo aceptar es que no podamos cambiarlas de nuevo.

Los socialistas, la gente de izquierdas, hemos tenido malos momentos. Pero a lo largo de nuestra historia hemos sabido superarlos, y si hay algo innegable es que hemos contribuido positivamente a transformar la sociedad. Lo hemos hecho, por convicción, y lo continuaremos haciendo.

El pasado miércoles en Barcelona los socialistas catalanes, españoles y europeos volvimos a vibrar. Vibramos, no con populismos, ni con ganas de fragmentar, vibramos con los pensamientos e ideas que fueron fluyendo a lo largo del encuentro. Esa es la izquierda que construye puentes.

Por cierto, un pequeño apunte: la izquierda que busca el trasvase del voto, de una a otra formación, se equivoca. Esto no es la primera vez que ocurre y siempre ha salido mal. Lo único que ha conseguido ha sido la atomización de la izquierda. Por eso, no entiendo y me sorprende que algunas formaciones continúen tropezando con la misma piedra (quiero creer que es por olvido, no quiero pensar que sólo les motive un rédito electoral). 

Reconozco que no soy partidaria de pedir el voto útil porque produce desencanto en la gente. Y creo que se puede defender la postura de la izquierda fácilmente. Las opciones son claras y diáfanas: hay que ir a votar para expresar nuestro desencanto y nuestra voluntad de cambiar las cosas.

No ir a votar es dejar al albur de las circunstancias nuestro futuro y el de nuestros hijos. Y eso es injusto. Sobre todo para ellos. Lo veo así.

No participar implica que las amenazas de una futura Europa repartida entre dos naciones, Francia y Alemania, se consolide. Es una aberración ya que es una visión excluyente para el resto de paises.

No ir a votar implica que las amenazas de un futuro de convenio entre la UE y EEUU que excluya a los paises del sur, consolidando una Europa de dos velocidades, es posible.

Por ello hemos de participar. Con nuestros votos tendremos la fuerza que necesitamos para conformar la futura Comisión Europea y que nadie se atreva a “colarnos un gol”, nombrando un Presidente de la Comisión Europea por la puerta de atrás. Porque en las próximas elecciones aquel que más votos obtenga será escogido Presidente de la misma.

El propósito de Merkel de poner “a dedo” a su candidato preferido (Juncker) -que no candidato electoral ya que no se presenta… ¡increible pero cierto!- es factible si no vamos a votar.
Votemos porque no nos podemos amedrentar ante la actual realidad.

Y apelo al sueño europeo que hemos vivido hasta ahora. Dos ejemplos, si queréis, un poco materialistas. Fui estudiante Erasmus en Bologna en el 91. Y como ciudadana de L’Hospitalet, se la inversión de fondos europeos que se ha hecho en mi ciudad, como en tantas otras ciudades del país. Dos ejemplos banales, pueden pensar algunos. Pero representativos del sueño del que os hablaba.

Un sueño que ha sido posible y que ahora exige un paso más: una Europa Federal. Los europeos somos muchos y muy diversos. Y por ello tenemos que ser exigentes con nuestros representantes en la Unión Europea y exigir que se establezcan verdaderos espacios de entendimiento y consenso que entrelacen voluntades, para impulsar acciones comunes que contribuyan en la construcción de una Europa justa, solidaria y generadora de oportunidades.



L’Hospitalet, veintitres de mayo de dos mil catorce.

6.5.14

SERÀ UN GRAN PAS

El darrer Consell Nacional del PSC va aprovar recentment els caps de llista per concórrer a les properes eleccions municipals. Uns caps de llista que han estat escollits sota la vigència del reglament de Primàries aprovat. Som l’únic partit que, com a regla general, realitza un procés obert de primàries com a forma d’escollir els seus futurs representants als seus ajuntaments i al Parlament Europeu.  És un pas.

Darrerament, el PSC ha plantejat als partits catalans una proposta de llei electoral de Catalunya per tal d’apropar, encara més, la democràcia als ciutadans, amb una premissa inicial: que de la totalitat de diputats al parlament, 58 d’ells siguin per elecció directe pels ciutadans. I és un pas.

Podrem discutir o debatre, -m’agrada més aquest vocable- si aquest sistema d’elecció és el més adequat o no, però el que és important és que les primàries hi són i “han vingut” per quedar-se. Crec sincerament que aquest esperit d’obertura és el camí per tal que els partits polítics connectin de nou amb la ciutadania.

I ara què? Doncs un cop arribats aquests “gestos” haurem de plantejar altres reformes, començant per nosaltres mateixos. Com ara la reforma de la llei de finançament de partits polítics, com també haurem d’emprendre una regeneració de les institucions democràtiques. I del poder judicial, per descomptat. Crec que passats quasi 40 anys, ja és hora!.

Per tant, caldran reformes. Sí. Partint de l’estructura de l’estat, cap a un model federal.

Un estat federal que eviti i permeti blindar la societat espanyola front l’involucionisme de polítiques com les del Partit Popular que, a cop de decret-llei,  ens dirigeix intencionadament cap a la recentralització de l’Estat i a la progressiva i inexorable pèrdua de llibertats que això comporta. Per cert, també caldrà fer una mirada crítica –que no s’ha fet en més de 35 anys- a les estructures de l’administració d’aquest, una administració que prové d’estructures franquistes.

I com deia, caldrà, també, la reforma del poder judicial. I ho deia abans. Perquè no és de rebut que existeixin encara membres d’un dels poders de l’estat que el consideren poder en sí mateix, i no servei públic.

 I aquestes reformes són només exemples. S’han d’airejar els llençols del país.

Calen reformes. Sí. Però no les volem per posar a la societat en un “reformatori”, per limitar els drets aconseguits al llarg dels anys. Sinó que volem reformes per estrènyer llaços, per tendir ponts als ciutadans i això només és possible des de la política i, en conseqüència, des dels partits polítics, des dels sindicats, des de les institucions democràtiques que són les que, en definitiva, ens han permès construir una societat pròspera i més cohesionada, on els ciutadans hem tingut oportunitat per escollir el nostre projecte de vida.

Aquí vull anar a parar. Parlem de política i parlem dels polítics, uns “personatges” diuen alguns, ara rebutjats per l’opinió pública. He de reconèixer que ens trobem en un moment de desencís de la ciutadania que expressa la seva indignació amb la criminalització de la figura del polític. I reconec que hi hagut comportaments que no són de rebut i és normal que hagi un rebuig social i jurídic, si pertoca. Però no podem generalitzar.

És molt fàcil abonar un camí de rebuig. Abonat, habitualment, per aquells que no creuen en la política vocacional de moltes persones, homes i dones, que al llarg de tota la democràcia, han treballat amb passió per les seves idees i valors.  Per convicció.

La vida pública és la que ens ha permès entendre’ns i dissenyar unes línies socials, jurídiques, econòmiques que han marcat el camí a seguir. Si les hem de canviar, canviem-les. Però fem-ho des del consens i el pacte i, per descomptat, des de la legalitat.

Però sobretot, fem-ho des de l’interès general, col·lectiu.

L’altre dia, en un acte d’una entitat de la ciutat de L’Hospitalet, concretament un acte on es rendia homenatge a Paco Candel i els 50 anys de la publicació “Els Altres Catalans”, el President d’una entitat va demanar que els polítics de la ciutat ”havíem de candelitzar la ciutat”. I és cert.

Els ciutadans ”han de ser objecte de la política”. Hem de parlar de la gent des de la gent. Hem de ser capaços d’entrar des de la política en l’ànima de les persones. Un pas vital i essencial per recuperar la confiança dels nostres veïns i veïnes, dels nostres ciutadans.

I aquest serà un Gran Pas.

L’Hospitalet, cinc de maig de dos mil catorze.