17.4.13

NUEVO PACTO CONSTITUYENTE

Decía en 2001 Felipe González en el libro El futuro no es lo que era: “El consenso en la transición era la búsqueda de una especie de territorio compartido, que no nos obligaba a renunciar a nada, pero trataba de comprender cuál era la verdad del otro para superar la política del rencor (…). El consenso se mantiene hasta el comienzo de los años noventa, cuando Alianza Popular se convierte en el Partido Popular y sus nuevos dirigentes reinstauran la política del rencor”.

Os recomiendo la lectura. No hay que olvidar de dónde venimos.

Hoy, pasados más de 30 años de aquél momento donde los ciudadanos sabían de dónde veníamos, que arrastrábamos como historia y qué futuro queríamos tener, nos encontramos ante una situación compleja, angustiosa, desconcertante, que nos marca golpe a golpe, día a día, como si fuera un metrónomo.

El descrédito de las instituciones es de tal calibre y su desmoronamiento es tan previsible que se nos hace difícil como ciudadanos saber hacia dónde vamos, lo que produce un galopante desasosiego. De hecho, y lo que es más desesperante, es que el camino que se nos muestra es un camino como el de Italia, totalmente a la deriva.

Son momentos difíciles y los ciudadanos, y los políticos en particular, debemos tener la corresponsabilidad y la obligación de buscar SÍ o SÍ, un acuerdo con unas reglas de juego reales, claras y consensuadas. Hace falta volver a construir unas bases democráticas cimentadas y ya no basadas en el miedo (a estas alturas sabemos todos que el miedo impide la libertad). Es imposible continuar por un camino mesiánico que nadie se cree porque es tanto como “vender humo”: una independencia idílica. En definitiva, vender arquitecturas de estado hecha con las cartas marcadas, una estructura de Estado que quien se lo ha inventado no se lo cree.

Es imposible continuar por un camino donde Rouco Varela se despacha en la asamblea Plenaria de la conferencia episcopal con que se debe derogar la ley del aborto, o de los matrimonios del mismo sexo. Ah, eso sí, una iglesia que no renuncia a las transferencias económicas que recibe del Estado, o donde el Sr. Wert se carga la asignatura “educación para la ciudadanía”, o donde se nos limita por la puerta de atrás el acceso a la justicia, o … En definitiva, un momento de regresión y despotismo.

Hace unos meses Pere Navarro planteaba un cambio en la Corona. Por cierto, se le criticó y el tiempo le está dando la razón que la primera institución que se ha de replantear su futuro es la Corona.

Hace falta rehacer el pacto entre todos. Iniciar el camino. Tener derecho a soñar. Los ciudadanos tenemos derecho a soñar.

En una entrevista reciente Manuel Vicent dijo: “la transición fue una aventura que salió bien. Sí hicieron muchas cosas mal, por la prisas y el equilibrio de los miedos, pero todos se concitaron para dar lo mejor de si mismos y sacar el carro de la laguna- Esta voluntad ahora no existe. Hoy la política se ha vuelto tóxica y todo lo que entonces fue positivo ahora es negativo”.

Pues bien, reconozcamos que ha habido cosas que no se han hecho bien pero sentémonos y hablemos. No quiero darle la razón a M. Vicent y estoy segura que lo entenderá.

No comments: