Un tema más sobre el que ha evitado pronunciarse, como ya nos va teniendo acostumbrados,
cuando hay cuestiones de Estado que
debería afrontar, erosionando más si cabe las relaciones personales entre
ciudadanos. Una actitud y conducta recurrente que no ayuda a resolver el
conflicto.
Grandeza, según la Real Academia Española, es “majestad, poder”. Otra acepción es “elevación de espíritu, excelencia moral”. A la tercera no me
referiré porque me suena a “espíritu
nacional”, utilizado bajo el prisma
regente en otras épocas y me asusta (deberíamos aconsejar a los miembros de la
RAE que se hagan mirar que acepciones utilizan). Bien, me acogeré a la segunda:
“excelencia moral”.
Y en base a ésta, no puedo más que afirmar que Mariano Rajoy es el que
menos legitimado está para exigir este
comportamiento. Para exigir uno, ha de empezar por dar ejemplo.
Un “líder político” nunca debería instigar a los suyos a la confrontación
con otros. Un hombre de Estado, tal y como yo lo concibo, es aquél que suma
voluntades y no el que las enfrenta.
Vista su trayectoria, sus intenciones, veladas tras esa imagen de
inmovilismo, están muy claras. Desde el boicot al cava catalán hasta el recurso
ante el Tribunal Constitucional contra el Estatuto de Autonomía Catalán,
demuestran que Mariano Rajoy ni es un hombre de estado, ni un mandatario
legitimado moralmente.
Sr. Rajoy, no nos hace falta ni la elevación de espíritu, ni la elevación
moral. España necesita un gobierno que de ejemplo de humildad. Humildad y diálogo
para llegar al consenso.
“Usted no está ni capacitado, ni
legitimado moralmente para ello”. Si de verdad le importa la sociedad española,
cambie la estrategia o DIMITA.
1 comment:
LA IDEA ÚLTIMA DEL ARTICULO ES QUE EL PP ES EL MALO DE LA PELÍCULA. HAGA LO QUE HAGA. ESTA ESTRATEGIA, NO LE DARÁ NINGÚN RÉDITO AL PSC.ESTAMOS EN OTRA ÉPOCA.
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