4.6.14

¿MONARQUÍA O REPÚBLICA?...¡DEMOCRACIA!

Ayer, a las 7 de la mañana, debatíamos mi hija Berta y yo sobre el tema candente, creo que de la década: la sucesión del Rey Juan Carlos I. Berta, una chica de 15 años, me planteaba qué sentido tenía vivir con una monarquía parlamentaria como modelo de estado, si los momentos son otros.

Los que me conocen saben que acostumbro a recurrir a mis vivencias personales, o mejor dicho, familiares, para explicar mis pensamientos.

No puedo negar que las influencias de Berta son las que son. Y he de añadir que su fuerte personalidad y la franqueza con la que transmite sus convicciones, que las tiene y mucho, han servido para tener debates de fuerte contenido político, en los que los pensamientos de izquierdas subyacen constantemente. Y me planteaba: “no acabo de entender que los socialistas optéis por un modelo arcaico y fuera de lugar. Esto de los reyes y los príncipes no toca”.

Es cierto. El modelo de estado, hoy en día, no se ajusta al modo de vivir y de pensar de la mayoría de jóvenes.

Unos jóvenes, por cierto, de los que se nos llena la boca a todos, a todos, cuando los visualizamos como nuestra esperanza de futuro y que, sin embargo, sufren una de las peores situaciones generadas por la crisis en un desamparo total.

Después de 40 años de construcción del estado de bienestar, se encuentran con que las políticas públicas para la juventud están "missing", es decir, han desaparecido de la agenda del gobierno. Aquellos que tienen las competencias, Estado o Generalitat, y la responsabilidad de mejorar sus condiciones de futuro, están mirando hacia otro lado.

Y ayer, en concordancia con el planteamiento de Berta, la noticia de la abdicación nos hizo remover las esencias del republicanismo a aquellos que hemos soñado con una sociedad igualitaria, justa, solidaria y socialmente preparada para encarar el futuro.

Es momento de plantearnos algo más que el  modelo de estado que queremos, si monárquico o republicano. Es momento de pensar qué democracia queremos. Tenemos una democracia que merece un “pacto constituyente” como el que llevó a la Constitución del 78. Reconociendo el papel de la transición a lo largo de estos más de 40 años y, desde luego, el papel que jugó la monarquía.

Decía Antón Losada ayer: “Aquí somos de pocas reformas. Lo que nos gusta de verdad es el derribo”. Quiero creer que no, Antón, aunque reconozco que más de una vez lo he pensado.

El lunes, el Primer secretario de las juventudes del PSC, Javi López pedía “República ya”.

Y creo que este momento ha llegado. Somos una sociedad diferente y hemos de acercarnos a lo que realmente somos y, sobretodo, a lo que queremos ser.

Los socialistas propugnamos una reforma constitucional para ir hacia un Estado Federal de España. Y creo que este es el debate. Un debate hecho desde la prudencia, pero que hemos de poner sobre la mesa: si queremos República o Monarquía. Pero, sobre todo, si queremos una DEMOCRACIA sólida y fuerte. Ahora bien, hace falta reposar las ideas y debatir. Hace falta que nos sentemos, hablemos y lleguemos a acuerdos.

La transición española, aunque algunos la critiquen, fue modélica. Resolvió y cerró heridas. Es cierto que no todas y que algunas no han cicatrizado del todo. La prueba es que aún arrastramos los daños sufridos a lo largo del franquismo. Pero hemos de mirar al futuro y cerrar, esta vez sí, las heridas.

Y para ser coherente con lo que surgió de la Conferencia del PSOE de noviembre del 2013, creo que Felipe de Borbón ha de tener un papel. Sí, un papel, pero de transición. Igual que lo tuvo su padre. Pero en este caso, hacia un Estado Republicano y Federal.

Por ello, reconocer expresamente la contribución de Juan Carlos I en la instauración de la democracia es esencial. Hemos de reconocer el papel de la monarquía para la “estabilidad y equilibrio”, que decía Losada, de España. Pero ahora toca rehacer los lazos de confianza entre las instituciones democráticas y la ciudadanía.

Tendremos que sentarnos, debatir y pactar. Y después votar. Sólo así conseguiremos un estado sólido y moderno, con una estructura federal que nos permita el reconocimiento de cada uno de nosotros en el nuevo Estado español. 

Así como el socialismo español, en la Conferencia celebrada en Madrid el pasado noviembre, reconocía la figura de la monarquía en la persona de Juan Carlos I y apoyó el actual modelo de estado, ahora  los ciudadanos nos exigen un paso adelante. Sentémonos, pues, y hablemos del modelo de estado que  queremos.

Yo lo tengo claro: quiero un estado federal español que nos permita continuar entretejiendo complicidades entre nosotros con la finalidad de conseguir un futuro conjunto en democracia.  

No comments: